El lastrado se utiliza para mejorar la estabilidad del tractor y garantizar una tracción eficaz cuando el apero trasero es pesado o necesita mucha potencia de tracción.
El lastrado más habitual se realiza añadiendo contrapesos en la parte delantera para reequilibrar la distribución de las cargas sobre todas las ruedas y permitir aumentar la capacidad de tracción controlando el patinamiento.
Existe una solución de lastrado muy sencilla y casi gratuita que permite aumentar el peso del tractor cuando trabajamos frecuentemente con aperos pesados: se trata del lastrado de los neumáticos de tractor mediante agua. En este artículo, explicamos cómo hacer el lastrado con agua, sus ventajas e inconvenientes, para que puedas decidirte más fácilmente por esta técnica conociendo realmente todos los parámetros.
Antes de proceder a un lastrado con agua, hay que tener en cuenta una serie de parámetros. En efecto, hay diferentes situaciones que pueden presentarse en función del material, los neumáticos que tengamos, el peso total de los aperos o del tractor y, finalmente, el uso más frecuente que hagamos de ellos.
Sabiendo que los distintos neumáticos disponibles en el mercado, con o sin cámara de aire, pueden ser lastrados con agua, ante todo, será conveniente comprobar si están equipados con una válvula específica de aire/agua. Si es así, los neumáticos son compatibles con el lastrado con agua.
Por regla general, los tractores nuevos están equipados de serie con válvulas de aire/agua.
Puede haber varias razones para aumentar el lastrado del tractor, pero la razón principal es que nuestro tractor es generalmente demasiado ligero en comparación con el peso de los aperos que tengamos o el uso que hagamos de ellos, según el apero montado, semimontado o arrastrado, durante un arado que requiere fuerza de tracción, por ejemplo.
Hay una regla básica que hay que saber para definir si el tractor es demasiado ligero o no, es la relación peso/potencia: ésta debe ser como mínimo de 49 kilos por caballo de potencia.
El riesgo de patinamiento es a menudo inevitable si la masa del tractor es globalmente insuficiente. Para equilibrar las masas y bajar el centro de gravedad de todo el conjunto del tractor-remolque, el lastrado con agua de las 4 ruedas del tractor se presenta como la solución más sencilla y menos costosa.
Por último, también es posible recurrir al lastrado con agua si sólo queremos reequilibrar el puente opuesto respecto al peso del apero. Llenando únicamente las ruedas delanteras, si tenemos mucho peso en el tren trasero o, por el contrario, llenando las ruedas traseras si utilizamos, por ejemplo, un cargador frontal.
Este tipo de lastre puede utilizarse para reequilibrar permanentemente el conjunto, si utilizamos siempre los mismos aperos y en condiciones similares. Como regla general, la distribución del peso es del 60% para el eje trasero y del 40% para el eje delantero.
Tanto si utilizamos neumáticos agrícolas de estructura radial como diagonal, hay que tener en cuenta una serie de detalles antes de realizar el lastrado de los neumáticos mediante agua:
Al igual que el lastre metálico, el lastre con agua presenta una serie de ventajas, siempre que sigamos el procedimiento de llenado, limitado al 75% del volumen del neumático, para poder ajustar la presión con el 25% de aire restante.
Un lastre adecuado nos ayuda a sacar el máximo partido de las prestaciones de nuestra maquinaria agrícola, de los neumáticos y aperos, con una tracción óptima, evitando al mismo tiempo el patinamiento.
El lastrado con agua únicamente requiere un juego de válvulas, unos cuantos tubos, anticongelante y mucha agua, es por eso que sigue siendo el método más barato que existe en comparación con otras soluciones como el lastre sobre llantas o mediante contrapesos de metal.
Podemos lastrar los neumáticos agrícolas casi sin coste alguno añadiendo unos cientos de litros, con más de 1000 litros de peso adicional, a las ruedas delanteras o traseras, según el modelo de nuestros neumáticos.
TAMAÑO NEUMÁTICO |
TAMAÑO LLANTA |
CANTIDAD DE AGUA AL 75% DEL VOLUMEN |
480/70 R28 | W15L | 250 litros |
540/65 R28 | DW16L | 300 litros |
600/65 R28 | DW18L | 380 litros |
650/65 R38 | DW23B | 630 litros |
710/70 R42 | DW25B | 800 litros |
750/75 R46 | DW25B | 1.100 litros |
900/65 R46 | DW30B | 1.400 litros |
Con el lastrado con agua, es imposible equivocarse con la carga que puede arrastrar nuestro tractor, sabiendo que dicha carga siempre es proporcional a los neumáticos y que está bien repartida tanto en la parte delantera como trasera. El riesgo de sobrecarga o, peor aún, de rotura mecánica, queda así descartado, ya que el volumen de agua sigue siendo proporcional y limitado.
El patinamiento es un fenómeno que puede estar relacionado con distintas causas (desgaste de los neumáticos, terreno húmedo, etc.), sin embargo, puede producirse cuando la parte delantera del tractor es menos pesada que la trasera, especialmente cuando la máquina remolca aperos agrícolas pesados.
La transferencia de carga al tren trasero tenderá a levantar el tren delantero por el efecto de péndulo. Para proporcionar más agarre a las ruedas delanteras, el lastrado con agua del tren delantero es una solución eficaz para limitar el patinamiento y reducir el desgaste prematuro de los neumáticos.
Cuanto más horizontal esté el tractor en el suelo, mejor será la tracción, cuando el eje trasero se hunde en el suelo debido al peso del apero o de la fuerza de tracción, la parte delantera del tractor puede tener menos fuerza de tracción.
Para poner remedio a este problema, el lastre de agua en el tren delantero es una buena solución, siempre que el apero trasero siga siendo proporcional al tamaño del tractor y a su potencia.
Cuando el tractor está correctamente equilibrado, cada neumático aplica una fuerza de tracción equivalente sobre el suelo. Con los cuatro neumáticos que transmiten la potencia del motor al suelo por igual, mejorará la tracción en general y se puede entonces recorrer más distancia sin gastar más energía, ahorrando así tiempo globalmente.
Aunque el lastrado con agua es considerablemente menos costoso que el contrapeso de metal, este método sigue teniendo algunos inconvenientes.
Ante todo, no es adecuado para un trabajo rápido que consista en ganar tiempo con la colocación del peso extra y menos aún para un viaje rápido por carretera.
No siempre es un sistema que aporte confort, ya que el movimiento de la masa de agua en los neumáticos delanteros provoca un efecto de péndulo al conducir y frenar, y puede hacer que perdamos el control de la dirección en las curvas. Para limitar estos inconvenientes, es imperativo respetar las proporciones de lastre, esto es, el 75% de agua por neumático.
Antes de optar por un lastrado con agua destinado a permanecer durante un largo período de tiempo, hay que tener en cuenta las desventajas siguientes.
El lastrado con agua es realmente interesante cuando se trabaja en el campo, ya que permite reequilibrar lar cargas entre la parte delantera y la trasera del tractor o equilibrar todo el conjunto tractor-remolque.
Esta técnica también se recomienda, además, cuando se transportan aperos pesados, ya que todas las cargas se distribuyen uniformemente y los cuatro neumáticos ganan adherencia. De este modo, obtenemos una mayor tracción reduciendo al mismo tiempo el patinamiento, lo cual es muy positivo.
Sin embargo, aunque el lastrado con agua es útil cuando trabajamos, tiene un gran inconveniente para el resto de usos de nuestro tractor.
Por ejemplo, en carretera o cuando conducimos sin aperos, el lastrado con agua no es necesario y puede conducir a un consumo excesivo de combustible. En efecto, arrastramos un peso muerto, sabiendo que 1 tonelada de lastre extra significa un coste adicional de combustible por hora.
El peso muerto generado por estas masas de agua supone inevitablemente un coste adicional que se acumula a lo largo de todo el año, incluso cuando no se necesita el lastre. Concretamente, quien dice peso muerto, dice consumo extra y, por lo tanto, al final, una pérdida económica.
Al contrario que el lastrado con contrapesos metálicos que puede hacerse en unos minutos si se está bien equipado (generalmente, los contrapesos metálicos colocados en la parte delantera son desmontables y relativamente fáciles de usar), el lastrado con agua requiere varias horas de llenado.
Por lo tanto, el tiempo de ejecución de este proceso es mucho mayor, sabiendo que se tarda una media de 2 a 3 horas en llenar los neumáticos y unas 2 horas más en vaciarlos.
Teniendo en cuenta que esta operación no se hace muy rápidamente, el lastrado con agua se realiza generalmente para varios meses.
Al lastrar con agua los neumáticos, el volumen de aire representa únicamente el 25% del volumen interior del neumático y una pequeña pérdida de aire puede hacer variar la presión de manera significativa, lo que significa que hay que comprobarla constantemente.
También hay que tener en cuenta que el poco aire que se queda en los neumáticos reduce la capacidad de amortiguación, lo que repercute negativamente en el confort, sobre todo si se conduce mucho por carretera.
El lastrado con agua también puede ser incompatible con el sistema TPMS (sistema de control de presión de los neumáticos) cuando los sensores se colocan en el interior del neumático.
El lastrado con agua implica algunas limitaciones relacionadas con las condiciones climáticas. Dado que la técnica consiste en inyectar agua en el neumático agrícola, ésta puede congelarse en épocas de heladas.
En altitud o en invierno, las temperaturas inferiores a 0°C requieren el uso de un producto anticongelante para evitar que el agua de los neumáticos se hiele.
Añadir un producto anticongelante, que representa alrededor del 20% del volumen de agua, puede, en caso de fugas de líquido o pinchazos, suponer un problema para los ganaderos, por el riesgo de contaminar el forraje y la intoxicación de los animales.
Un lastrado con agua de los neumáticos de tractor sin aperos puede tener graves consecuencias cuando se utiliza en carretera y a altas velocidades.
Con el agua que contienen las ruedas, hay un efecto de péndulo inmediato en los desplazamientos rápidos. En las curvas, las masas de agua en movimiento en los neumáticos pueden producir un efecto de balanceo, lo que puede desestabilizar todo el conjunto tractor-remolque. En este caso, existe un riesgo potencialmente elevado para la seguridad.
En caso de un lastre excesivo o innecesario, las masas de agua aumentarán el peso total del conjunto tractor-remolque provocando un incremento de fuerzas al circular. Si el lastrado con agua es inadecuado, está mal calculado o es innecesario en relación con los aperos, causará más inconvenientes que ventajas.
El lastrado con agua puede ser útil para equilibrar la carga, pero puede ser nefasto para la compactación del suelo. Si la protección del suelo es tu principal preocupación, el lastrado con agua no es la solución adecuada.
Si optas por el lastrado con agua de las ruedas delanteras con el objetivo de reequilibrar las cargas entre el eje delantero y el eje trasero del tractor, es posible que no sea suficiente y que haya que añadir algunos contrapesos más de hierro fundido para optimizar el agarre de los neumáticos agrícolas.
Por lo tanto, hay que prever varias horas para la preparación del lastrado con agua sin poder excluir la instalación de contrapesos metálicos, lo que representa una pérdida de tiempo considerable. Calcular de antemano el aumento de peso necesario para reequilibrar el conjunto tractor-remolque más frecuentemente utilizado es absolutamente necesario para no hacer un trabajo innecesario.
A primera vista, el lastrado con agua es una solución barata. Sin embargo, con el consumo excesivo de combustible derivado del peso muerto durante todo el año, esta técnica no es necesariamente la mejor solución para aumentar el agarre de los neumáticos cuando se trabaja con aperos pesados o cuando se necesita utilizar mucha tracción.
A veces es más fácil pensar en la calidad de los neumáticos optando, por ejemplo, por unos neumáticos con tecnología IF. Estos neumáticos de baja presión tienen unos flancos muy flexibles que permiten equilibrar mejor el peso sólo con el ajuste de la presión y pueden soportar más carga a la vez que protegen el suelo.
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